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 ¿Por qué desmerecer el trabajo de una persona?

 

Por inseguridad propia o por falta de experiencia de tu subalterno, creo que es principalmente por que quien está a la cabeza de una institución no considera que el jerárquico inferior pueda tomar una decisión acertada o por inseguridad propia, al pensar que esta persona puede realizar un mejor trabajo.

 

En cualquiera de los dos casos no pierde el jefe, no pierde el sub - alterno, pierde la institución; y, si nos preguntamos qué puede perder la institución la respuesta es simple, pierde credibilidad, porque el usuario no recibe una respuesta oportuna, porque la dilatación de las respuestas genera inseguridad al administrado, porque simplemente no se atienden las peticiones con agilidad, con celeridad, etc.

 

Muchos detractores de los gobiernos de turno siempre se quejan de aquello, y tal vez lo que no mencionan es que es precisamente la gente de “confianza” de las autoridades gubernamentales son quienes traban los procesos, son quienes hacen prevalecer su idea por encima del deber ser. Muchas de estas personas son incorporadas a nómina únicamente por “favores”, son las famosas cuotas políticas que engrosan las listas de servidores públicos que en su mayoría al ser “de contrato” y no tener padrinos deben esforzarse el doble por “mantener su empleo”.

 

Actualmente se repite mucho la frase que dice “hay que agradecer que tienes trabajo”, cuando lo que deben agradecer es que esas personas ahora hacen el triple de su trabajo para suplir al empleado que por no tener padrinos fue despedido.

 

Es fácil criticar a los servidores públicos, decirles, pipones, corruptos, vagos, inútiles y un sinnúmero de apelativos que ahora son usados como descripción de las actividades de servidores del Estado. Pero la verdad es que meten en el mismo costal a justos y pecadores, generalizan y cuando deben individualizar no lo hacen. Hay muchas autoridades y exautoridades que si lo son, que mandan, disponen, ordenan y lamentablemente los llamados “chancletas” o “guandungos” solo pueden cumplir con lo que disponen porque si no lo hacen “despedido”.

 

Entonces la temática actual de la corrupción es más que decir fulano o sutano robó pero no le pudieron comprobar; no debería ser así pero lo es y es tan absurdo como decir “robó pero hizo obras”; es por ello que seguimos mal y estaremos peor, precisamente por esa idea de falsa justicia, por esa creencia de que al “desenmascarar” a la corrupción ya se solucionó, por pensar que al pasar el caso en  la tv o difundirlo en redes ya es suficiente.

 

Lo suficiente y lo justo sería que cada día recordemos que por culpa de tanto corrupto que está vinculado con el Estado o tiene poder económico, es que un familiar o amigo murió al hacer su trabajo, sea médico, militar, enfermera, policía, personal de servicios de limpieza, recogedores de basura, guardias de seguridad, bomberos, civiles que ayudaron a mitigar el efecto de un virus, murieron.

 

La humanidad aún no logra entender que no importa la raza, religión, género, edad, cuando te mueres no eres más que un cuerpo inerte que no se lleva nada de lo material, que tu recuerdo te mantendrá vivo, y si tu legado es un cúmulo de malas acciones, tu memoria solo será despreciable y provocará paz tu ausencia.

 

Conozco a personas que han sido y son funcionarios públicos, que tienen vocación de servicio y que han dejado huellas memorables y aplaudibles; el común denominador entre ellas es su vida tranquila, bien dicen, el que nada debe, nada teme y puede dormir en paz y descansar cada día con la conciencia limpia. Esas personas sonríen y no están pendientes de encontrar aliados que tapen sus sinvergüencerías.